El asesinato aquí del Coordinador de Seguridad Regional de la Policía Federal Preventiva, Edgar Eusebio Milán, colocó hoy en la actualidad el tema de la participación castrense en la lucha contra el crimen organizado.
Milán, importante funcionario del aparato policíaco estatal que combate el narcotráfico, fue ultimado de nueve balazos a la llegada a su domicilio por un comando, el cual hirió también a dos de sus escoltas.
Apenas unas horas antes, el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, José Luis Soberanes, había advertido que el accionar de la delincuencia había rebasado la respuesta del Estado y sería un suicidio retirar al Ejército de su represión.
Soberanes hizo esas declaraciones poco después de la multiplicación de crímenes en varios estados del país perpetrados por bandas al servicio de los llamados cárteles de la droga, aún en zonas donde desde hace meses los combate directamente el Ejército.
Tras la muerte de Milán, la propia presidencia de la República emitió una declaración anunciando el fortalecimiento de la respuesta a los grupos armados que, además, muestran un importante poder de fuego con armas traficadas ilegalmente desde Estados Unidos.
Emilio Gamboa, coordinador del Partido Revolucionario Institucional (PRI), coincidió con Soberanes en la gravedad de la situación.El crimen organizado está rebasando al sistema político, dijo, a la vez que rechazó los criterios sobre un hipotético regreso de las fuerzas militares a sus cuarteles.
Posición contraria adoptó Javier González Garza, jefe de la bancada del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la Cámara de Diputados, quien señaló que los militares están haciendo una labor que no les corresponde y debe sustituírseles lo antes posible.
El intercambio de criterios al respecto continuará seguramente en los próximos días, teniendo como telón de fondo un el enfrentamiento armado a los negociantes de la droga, que parece lejos de finalizar.
No comments:
Post a Comment