El peligro de una inundación total de Trinidad (capital de Beni) se aleja, mientras la masa de agua podría afectar a otras regiones del norte boliviano, alertaron hoy autoridades oficiales.
Según el Servicio de Operación de Emergencias (SOE) de Beni, el río Mamoré, que la semana pasada convirtió al centro de la ciudad en una isla, avanza ahora con fuerza hacia Santa Ana de Yacuma, a donde llegará esta semana.
Los habitantes de esa localidad levantaron improvisados terraplenes defensivos a lo largo de un anillo de circunvalación de siete kilómetros de diámetro que rodea a esa ciudad.
El SOE informó además que en Trinidad más de 12 mil familias viven ahora en improvisados campamentos y las autoridades sanitarias advirtieron ya sobre epidemias.
Desde noviembre de 2007 las riadas e inundaciones por efecto de La Niña provocaron en Bolivia 55 muertos, cuatro desaparecidos y 59 mil 602 familias afectadas, de acuerdo con datos del Ministerio de Defensa.
Aunque las lluvias han disminuido, el mal tiempo obligó este domingo al presidente Evo Morales a suspender una visita a los afectados de Trinidad, situada a 360 kilómetros al noreste de La Paz.
En un breve contacto con Canal 7, la televisora estatal, el mandatario agradeció a medios de comunicación e instituciones públicas y privadas por las campañas de recolección de ayuda.
La semana pasada, el gobierno boliviano decretó la fase de "desastre nacional" por la emergencia.
Por otra parte, Morales reiteró que convocó para el lunes a los prefectos (gobernadores) de Beni y Santa Cruz, las dos regiones más castigadas, para coordinar un plan de reconstrucción.
Según el Servicio de Operación de Emergencias (SOE) de Beni, el río Mamoré, que la semana pasada convirtió al centro de la ciudad en una isla, avanza ahora con fuerza hacia Santa Ana de Yacuma, a donde llegará esta semana.
Los habitantes de esa localidad levantaron improvisados terraplenes defensivos a lo largo de un anillo de circunvalación de siete kilómetros de diámetro que rodea a esa ciudad.
El SOE informó además que en Trinidad más de 12 mil familias viven ahora en improvisados campamentos y las autoridades sanitarias advirtieron ya sobre epidemias.
Desde noviembre de 2007 las riadas e inundaciones por efecto de La Niña provocaron en Bolivia 55 muertos, cuatro desaparecidos y 59 mil 602 familias afectadas, de acuerdo con datos del Ministerio de Defensa.
Aunque las lluvias han disminuido, el mal tiempo obligó este domingo al presidente Evo Morales a suspender una visita a los afectados de Trinidad, situada a 360 kilómetros al noreste de La Paz.
En un breve contacto con Canal 7, la televisora estatal, el mandatario agradeció a medios de comunicación e instituciones públicas y privadas por las campañas de recolección de ayuda.
La semana pasada, el gobierno boliviano decretó la fase de "desastre nacional" por la emergencia.
Por otra parte, Morales reiteró que convocó para el lunes a los prefectos (gobernadores) de Beni y Santa Cruz, las dos regiones más castigadas, para coordinar un plan de reconstrucción.
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