El presidente boliviano, Evo Morales, convocó para hoy a los prefectos departamentales de Beni y Santa Cruz, las regiones más dañadas por el fenómeno climático La Niña, para estudiar planes de reconstrucción de esas regiones.
Morales opinó que, al margen de diferencias políticas, la agenda se centrará en las medidas de atención a miles de damnificados por las inundaciones y los programas de rehabilitación de esos territorios.
Según el mandatario, en los últimos tres años los daños relacionados con los desastres naturales se han incrementado, con mayor impacto en la región nororiental del país andino.
El Presidente también agradeció a los medios estatales de comunicación por apoyar jornadas solidarias con las 59 mil familias damnificadas durante el temporal, que desde noviembre pasado azota Bolivia, con saldo de 57 muertos.
La víspera, el Servicio de Operación de Emergencias (SOE) de Beni, alertó que pese a que se aleja el peligro de una inundación total de la ciudad de Trinidad, la masa de agua podría afectar a otras regiones del norte boliviano.
Según el SOE, las desbordadas aguas del río Mamoré, que la semana pasada convirtió al centro de la ciudad en una isla, avanzan ahora con fuerza hacia la localidad de Santa Ana de Yacuma.
Los habitantes de ese municipio levantaron improvisados terraplenes defensivos, en una especie de anillo que rodea a esa ciudad.
El SOE informó además que en Trinidad más de 12 mil familias viven en improvisados campamentos y las autoridades sanitarias advirtieron ya sobre epidemias.
Desde noviembre de 2007 las lluvias e inundaciones por efecto del fenómeno climático La Niña provocaron además en Bolivia cuatro desaparecidos y 59 mil 602 familias afectadas, de acuerdo con datos del Ministerio de Defensa.
Morales opinó que, al margen de diferencias políticas, la agenda se centrará en las medidas de atención a miles de damnificados por las inundaciones y los programas de rehabilitación de esos territorios.
Según el mandatario, en los últimos tres años los daños relacionados con los desastres naturales se han incrementado, con mayor impacto en la región nororiental del país andino.
El Presidente también agradeció a los medios estatales de comunicación por apoyar jornadas solidarias con las 59 mil familias damnificadas durante el temporal, que desde noviembre pasado azota Bolivia, con saldo de 57 muertos.
La víspera, el Servicio de Operación de Emergencias (SOE) de Beni, alertó que pese a que se aleja el peligro de una inundación total de la ciudad de Trinidad, la masa de agua podría afectar a otras regiones del norte boliviano.
Según el SOE, las desbordadas aguas del río Mamoré, que la semana pasada convirtió al centro de la ciudad en una isla, avanzan ahora con fuerza hacia la localidad de Santa Ana de Yacuma.
Los habitantes de ese municipio levantaron improvisados terraplenes defensivos, en una especie de anillo que rodea a esa ciudad.
El SOE informó además que en Trinidad más de 12 mil familias viven en improvisados campamentos y las autoridades sanitarias advirtieron ya sobre epidemias.
Desde noviembre de 2007 las lluvias e inundaciones por efecto del fenómeno climático La Niña provocaron además en Bolivia cuatro desaparecidos y 59 mil 602 familias afectadas, de acuerdo con datos del Ministerio de Defensa.
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